lunes, 11 de junio de 2012

Erosionado

Con la ligera y fría brisa del mar torneando su figura, la fina arena calentada por el sol comienza a mostrar las primeras dunas. Casi como un manto liso, con el tiempo comienzan a desarrollarse suaves ondulaciones hipnotizantes, atractivas y constantes. Siguen un patrón, si, el del viento,  un patrón de libertad que todos los hombres han buscado dominar desde su existencia.
Pequeñas conchas adornan su extensión, situándose aquí y allá, pero siempre contribuyendo a esa armonía y perfección que la caracterizan. Es como un mosaico de pequeñas piezas que representan una escena fascinante, apabullante y cautivadora. Se mezclan el agua, las algas, el viento, la arena, los pequeños seres que se esconden bajo su superficie, todos ellos dando forma a una bella forma que erosiona mi corazón hasta llevárselo por completo con ella.

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